miércoles, setiembre 03, 2008

estrellas y diamantes
escapan de mis manos como un pequeño tren
con puerto desconocido
en esta noche que se apaga
y que también se escapa
se siente el hueso más frío
la novela más larga
entre la nariz y la boca
no existen chimeneas donde acercar nuestras manos
la ciudad se acuesta bajo una sombra indecorosa
todo parece reflejarte
todo parece estar enterrado
el silencio impera por estas largas calles ausentes
también tu corona en el punto más alto del cementerio
y me es imposible ver mi reflejo en el fondo del lago
tu aroma parece haberse esfumado
o haberse fundido con este otoño voraz
solo me queda bailar entre antiguas imágenes
hacerle rituales paganos a tus prendas olvidadas
o tan solo repetirme
“cuanto te quiero”
mientras veo en un viejo baúl el universo y mi reflejo, que tanto busco

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