esto no es un poema ni nada parecido

déjame gritar por ultima vez, que yo te quiero
y que también te quise
y que estas estrellas y avioncitos que caen furiosamente sobre mi cabeza
me recuerdan la voracidad de tu sexo
que estas palabras que lees no son un poema ni nada parecido,
sino solo letras que puedes encontrar en medio de un recetario para cocina
o dentro de alguna guía turística o en una etiqueta de algún whisky barato
que nuestra historia, esta ridícula historia,
es un cochesito viejo cuyo motor ya no arranca
y que solo sirve para ser reciclado
o para escribir de sus restos estupidos versos de amor que nadie jamás, jamás,
se atreverá a poner en una antología