viernes, diciembre 12, 2008

ella decía que era persa o siquiera que lo eran sus ojos,
como la noche de Lima,
persa era hasta su sexo
y hasta sus vellos
menos sus besos que no tenían procedencia,
quizás eras la reencarnación de las mil legiones del imperio romano,
quién sabe, corazón, quién sabe
yo nunca fui persa o romano,
a las justas soy la sombra de tu puerta,
el polvo que vive en tu ventana,
quizás algún día pueda ser el pájaro azul que surca el cielo de esas tierras,
sumergirme en tu cama dorada y robar tu corona inmaculada
no importaría sacrificar mi cuerpo a tus lanzas
ni morir atrapado en un laberinto infinito,
caminar con el puñal junto al pecho,
con la palma de la mano desdibujada,
como un judío que hasta dios lo ha abandonado,
amor mío,
yo no soy persa ni romano,
a las justas soy las huellas de tus pasos,
el sonido que hacen al chocar contra el suelo,
¿lo entiendes?
solo soy el silencio que recorre tu cuerpo,
ese fantasma que te acaricia cuando duermes
y que tu sueles confundir con el viento

5 comentarios:

Unknown dijo...

a pesar de ser tantito meloso, en algún plano me gusta

Nadies dijo...

está bacan la última parte :D

Miguel Vigar dijo...

Esta Xevere Heli, efectivamente este poema es como el viento que pasa, como esa verdad de la hablamos aier con cucho y gianfranco...

Pd: saludos al inde... XD!!

Anónimo dijo...

No solo eres el viento, eres el sol y el suspiro que acompa;a aquella brisa del viento.

Un abrazo Heli,

DulC

Miguel Rodríguez dijo...

"a las justas soy la sombra de tu puerta,
el polvo que vive en tu ventana,
quizás algún día pueda ser el pájaro azul que surca el cielo de esas tierras
sumergirme en tu cama dorada y robar tu corona inmaculada..."


Esta parte me gustó muchísimo.


Saludos.