sí, te extraño...



tu no entiendes nada,
kchetona,
no entiendes
mi amor de caballo salvaje
de pájaro pica ojos,
no sabes
de mi cuerpo oruga
de mi corazón tormenta
encerrado en un vaso de agua,
en vano es que te siga repitiendo
tantas cosas
tu majestuosa espalda
que vive en mi memoria
tus senos esponjosos
y azucarados
yo te decía,
¿recuerdas?,
te decía
que bebía de tu cuerpo
freneticamente,
como un mosquito
acurrucado en el umbral de tu ventana,
reina mía,
contigo el amor de un solo hombre
no alcanzaba,
habría que ser una legión
milenaria,
un imperio dorado
imperecedero,
habría que ser todo eso,
incluso más,
para que tu me amaras
con el velo descubierto,
sin tu corona ceniza,
con la simpleza con que se aman
dos conejitos