jueves, junio 10, 2010

Dos poemas para ser leidos
por cavernícolas,
trogloditas,
o pervertidos mentales
(abstenerse otros)


veo tus infantes senos,
tu sexo a medio camino del orgasmo,
me veo a mi mismo tendido sobre tu boca
y tú diciéndome que lo más hermoso de ti son tus ojos,
yo asiento,
a pesar de saber,
que lo mejor no son tus ojos,
sino esa facilidad para llevarte a la cama
y follar todos tus orificios;
y también,
para enamorarme.

***

sucia princesa,
dale a mi sexo un día sabático,
quítale apetito a tu
vertiginosa boca,
no existe hombre capaz
de sobrevivir al ahogo que se siente
cuando mi rostro surca tu entrepierna,
yo no soy más
que un hombre
y adoro que seas una puta
sin remordimientos,
pero corre el peligro de mi infausta muerte,
y pregúntate entonces:
¿quién se encargará
de saciar tus placeres demoniacos,
qué carne soportará
el ardor de tus uñas,
la presión de tus dientes
cuando tomas mi miembro embadurnado
de toda aquella saliva tuya?

No hay comentarios.: