miércoles, enero 12, 2011

quisiera escapar de ti,
perderme de tus ojos mirándome,
esos dos ojos de media luna que viven allá arriba
y que siempre miro pensando que tú también me miras;
quiero, y a la vez te sigo,
estás donde voy,
eres la presencia de esta ciudad,
el amor que se escurre por mi cuerpo, mi piel, mis huesos,
¿dónde estás?,
quisiera oír tu voz llamándome como un susurro en mi oído,
escucharte pronunciar mi nombre
y sonreír sabiendo que también me buscas,
escucharte,
no sé cómo decir esto,
hay un torbellino dentro de mí,
una llama azul que me consume y me hace gemir,
corazón,
animalito apache, indio,
dulce niña que anda por esta ciudad como quien se pierde,
yo quisiera, ya lo sabes,
quisiera perderme contigo,
perderme porque eso significa un encuentro,
esta sensación de morirse ya no me gusta,
esta sensación de estar perdiendo algo,
de que una parte de mí vive lejos,
que me llama y necesita,
sin embargo, tú jamás lo dirás,
jamás pronunciarás el conjuro, decir:
"Helí, estoy aquí para arder contigo",
tan sólo eso quisiera,
porque me muero,
es como cargar con mi propio cuerpo inútil, inerte,
llevarlo a cuestas mientras tú tan lejos,
no sabes cómo duele,
no sabes siquiera de estas palabras,
estas letras que arden y me queman
y me buscan,
quiero encontrarte,
abrasarme en ti,
en ese horno llamado amor,
yo tengo una cantidad sin fin de mundos esperando que los habites,
cada uno tan distinto del otro,
pero todos esperándote,
te espero desde hace tantos años,
desde que abrí los ojos y supe que te quería,
cada hueso, cada tejido me lo dijo,
y ahora estoy bajo esta catedral y te escribo sabiendo que no leerás ni escucharás nada de esto,
te espero amor mío,
y es condena la espera,
las ansias de ti,
y yo que nunca supe hacer nada más que esperarte y escribir,
te estoy llamando,
cada verso, cada letra, cada dolor te espera,
he levantado puentes en el aire para que los cruces,
y supongo que serán invisibles porque no los ves,
puentes de viento, amor mío,
que te traerían hacia mí,
yo te los ofrezco como se hace con un caramelito,
ahí están,
bastaría que cierres los ojos y miraras con el corazón,
entonces verías todos mis puentes que te esperan,
yo que te espero al final de cada uno,
yo esperándote para ser uno,
un nosotros,
ambos observándonos de cada lado del espejo,
y entonces extender la mano para tocarte,
para acariciar tu fría mejilla,
eso, finalmente animalito bobo,
mi amor y yo te esperamos,
desde ayer, desde antes de ayer,
desde que comenzó el mundo y hasta que todo sea pura ceniza.

No hay comentarios.: