como una estatua triste y sola
de algún santo no canonizado
a quien nadie viene a pedir milagros
y la única compañía que consigue
es la de los perros y gatos abandonados
algún roedor extraviado
porque como a todos
nadie los quiere
y es invierno en Lima
y los rechazados
también tienen derecho
a buscar un poco de calor
o de amor.
martes, setiembre 13, 2011
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