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Y a veces creo haber encontrado a mi Maga. El problema está en que ella no sabe aún la magia que posee y como me afecta. Escribo esto porque creo que demorará en leerlo o porque aunque lo lea rápido no lo entenderá totalmente. Es extraño verla entrar en sueños por la ventana de mi cuarto y agitar las sábanas una y otra vez como si hiciese un ritual. Y digo que no lo entenderá porque no puede escuchar los latidos de mi corazón y porque esta acorralada entre otro brazos (sí, como dice la canción de Maná). A veces pienso en el mar, la luna, la noche y el viento recorriendo mi piel. Pienso esto y es inevitable no verla a mi lado, así sepa que es solo producto de mi imaginación parece tan real que incluso llego a creer que si la besara encontraría sabor y suavidad de nubes en sus labios. Ella puede volar como un ángel, pero es más que eso. Es como la palabra precisa para el momento adecuado. Un café en medio del frío o la soledad. Quizás la definición exacta a lo que es esté en alguno de los poemas que escribo o entre la unión de todos ellos. Ella, en definitiva, es Roma. Asi que imagino que no debo preocuparme qué camino elegir porque estoy seguro (o por lo menos eso quiero creer) que la encontraré en algún lado ¿por qué pienso esto? no sé me gusta creer que es mi alma gemela, y como decía Cortázar en Rayuela yo también diré: "un encuentro casual es lo menos casual en nuestras vidas". Ojalá. Aunque tengo que admitir que imaginarte besando a otro hace que toda mi teoría y esperanza se desmorone.