lunes, diciembre 06, 2010

es extraño extrañarte,
extraña la misma palabra extraño,
como levantarse, ir al espejo
y preguntarse quién es ese que nos mira;
es extraño,
y ya la palabra nos recorre como una serpiente
cuya piel húmeda nos moja,
babosa venenosa,
nos sumerge en la tristeza, la melancolía,
el fantasma que en su vientre lleva fotografías
devoradas por despiadadas polillas;
y es extraño, ya lo decía,
antes yo tenía labios y besaba bocas,
eso bastaba para sentirme completo,
demás estaban estas manos, estos pies,
estos ojos que ahora tengo y de nada sirven,
extraño los días en que no era más que un jarrón
de donde muchachitas hermosísimas y tontas
bebían para saciar la virginidad inclemente que picaba terrible, terrible,
esos días que ya no vuelven,
que me han dado la espalda y se han mofado de mi gesto lastímero
de soberano de arrabales;
es extraño, y creo que eso lo resume todo,
el espacio vacío a mi derecha,
la taza de café ya fría, empolvada y vieja
que nadie ha de beber,
es extraño, y eso es todo,
extraño incluso este poema que nadie leerá,
que se perderá como los niños que jamás llegan a nacer
y son condenados a un limbo donde nada suena
y un silencio peor que el de la muerte,
deja sin filo su despiadada hoz y la vuelve polvo;
es extraño,
es extraño,
es extraño,
extrañarte,
extraño extrañarte,
tratarte extrañamente,
como a una extraña.

1 comentario:

Tomamientras dijo...

Es extraño no extrañar a nadie, hoy no extraño a nadie.