invócame con tu luz azul,
con tu segundo corazón
que vive en tus labios,
invócame,
que el mundo de los sueños ya no basta para encontrarnos;
la realidad se hace evidente,
necesaria,
su voz nos susurra,
nos arrastra,
mi cuerpo cayendo sobre el tuyo,
jadeante,
enamorado,
tembloroso,
es el final inevitable.
lunes, marzo 21, 2011
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