I
No vuelvo a
casa porque ahí esté la cama
Y sobre la
cama estés tú
Y sobre ti
aquella chompa amarilla
Que usas en
invierno
A pesar del
smoke de la ciudad
Y la arena
que se levanta
En nuestros
pueblos jóvenes
Vuelvo
porque al caer la tarde
Suena la
tripa
Y cuando no hay
siquiera un pan para comer
Qué mejor
forma de acompañar el hambre
Con más
hambre
Niños
hambrientos
Mujeres
raquíticas
Tan delgadas
que una leve ráfaga
Podría desaparecerlas
El hambre
contigo es más soportable
Porque entiendes
que el canibalismo
Es también
una forma de amor
Ser el
alimento del otro
Sacrificar pedazos
de tu cuerpo
Para poder ver al amado
Al mundo
Con la panza
llena
Y una sonrisa
satisfecha
Regocijada
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