domingo, setiembre 23, 2012



I

No vuelvo a casa porque ahí esté la cama
Y sobre la cama estés tú
Y sobre ti aquella chompa amarilla
Que usas en invierno
A pesar del smoke de la ciudad
Y la arena que se levanta
En nuestros pueblos jóvenes
Vuelvo porque al caer la tarde
Suena la tripa
Y cuando no hay siquiera un pan para comer
Qué mejor forma de acompañar el hambre
Con más hambre
Niños hambrientos
Mujeres raquíticas
Tan delgadas que una leve ráfaga
Podría desaparecerlas
El hambre contigo es más soportable
Porque entiendes que el canibalismo
Es también una forma de amor
Ser el alimento del otro
Sacrificar pedazos de tu cuerpo
Para poder  ver al amado
Al mundo
Con la panza llena
Y una sonrisa satisfecha
Regocijada

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