Sé que te dije cuando marchaste
Que tu partida serviría para el dolor dos veces
Como diría Vallejo
Pero sobre todo que serviría para este acto extraño
De amontonar palabras una a lado de otra
Como un tenaz balbuceo
Que algunos llaman escribir
Sé que lo dije pero ahora
Acá sentado frente al papel vacío
Levanto los ojos y lo que veo es el pelotón de fusilamiento:
La poesía y yo hemos quedado huérfanos
Y nuestros cuerpos vacíos
Cuelgan de cordeles
Olvidados
lunes, marzo 04, 2013
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario