domingo, noviembre 28, 2010

hay que rendirse,
claudicar,
hay que olvidarnos de nuestras manos,
nuestros ojos,
los pies y el dedo gordo,
hay que olvidarse de este corazón,
tonto corazón que retumba como un tambor milenario,
corazón que suena y profetiza
algo que se acerca, ya viene,
pero es mentira,
qué sabrá el corazón sobre el destino y sus designios,
que lata nomás,
que bombee sangre y ríos rojos por mis venas,
pero nada más,
que se limite a su función orgánica de darme vida y esta mano
que ahora escribe,
pero nada, nada más:
hoy he dejado de escribir con el corazón,
es el fantasma de algo que ha muerto hace mucho lo que ahora
dicta estos versos.

1 comentario:

Unknown dijo...

como hacer para q se limite u.u