lunes, noviembre 22, 2010

voy a decirte ahora unas cuantas palabras,
decir que te quiero,
o que te quería,
te das cuenta del cruel abismo que existe?
es enorme, la crueldad y el abismo,
la distancia entre esas dos palabras
que se parecen tanto y sin embargo,
demasiado lejos,
como la noche del día
que sólo se tocan en un atardecer efímero,
me gustaban los viernes y la noche,
no voy a negarlo,
me gustaba verte descender entre humo y cerveza,
palabras y poesía,
todo anunciando tu inevitable presencia,
después las calles afuera,
el caminar, los dilemas, buscar a dónde ir,
a mí poco me importaba el dónde,
un bicho como yo se siente bien dónde la luz no caiga
y haya música y baile,
pero ahora, lo único que queda es esta distancia que te digo,
una distancia ya insalvable,
nadie podrá venir a nuestro rescate,
pobrecitos de nosotros,
más bien pobre de mí,
tú que siempre fuiste un ave fénix,
siempre sabiendo cómo renacer de tus cenizas,
en cambio yo sólo un triste gallinazo
que sobrevuela el cielo limeño,
cielo gris, metálico,
yo que nunca fui católico, evangélico o budista,
y las artes de la reencarnación
me fueran vedadas.

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