jueves, noviembre 18, 2010

Helí Paredes fue un conocido asesino,
marcaba en sus víctimas con su revólver un agujero en la sien;
despiadado y veloz,
los rumores decían de una supuesta inmortalidad.

– asesinó a césar – murmuraban.
– fundó babilonia –
– negó a cristo siete veces, el condenado –
– ¡ayer vino por panchito, el pobre! –

Helí Paredes, hace decenios, no era más que polvo y huesos roídos,
sin embargo, como sucedía con los Dioses,
su nombre se voceaba de era en era,
de imperio en imperio,
de ciudad en ciudad.

– ¡cabrón! sabía que algún día vendrías por mí – se escuchó a lo lejos.

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