jueves, diciembre 23, 2010

han callado todas las voces,
dientes de hienas y lobos
han destrozado las cuerdas vocales del mundo,
ahora,
¿quién nos hablará de la antorcha de la mañana,
de la niña pálida que se levanta junto a la noche
y busca en el mar a su novio ahogado?
necesitamos poesía,
señores,
que la voz del mundo nunca se apague,
por más dientes y lobos y hienas
queriendo el gobierno del miedo y el silencio,
que la poesía no deje de subirse al caballo
que arde,
hermosísimo y veloz,
como la luz de una pequeña estrella que sonríe a lo lejos,
que se escuche la voz de la vida,
y de lo que viene después de la vida,
que griten hasta las piedras
que caen sobre nuestras cabezas indolentes y frías,
que hay más dolor definitivamente en el silencio
que en el llanto de un niño pequeño.

No hay comentarios.: