jueves, abril 07, 2011

este cuerpo, tu cuerpo,
que ahora me parece un rompecabezas,
te armo, te desarmo,
con ojos o sin ellos,
tu simetría vive recostada en mi imaginación,
por momentos eres un ave encendida,
otras, un gris pericote,
a veces la noche entera,
de vez en cuando, un cuadro azul de Chagall,
pero hay momentos donde te vuelves más misteriosa
y te conviertes en un poema,
en un verso oscuro que yo debería escribir y que no alcanzo,
trato y trato,
tomo el lapicero,
escribo líneas,
pero ninguna eres tú,
entonces entiendo que te has vuelto inalcanzable
y que es absurdo todo esto,
de la misma manera que lo es querer encontrar el nombre de Dios
entre las páginas perdidas de un libro hecho de agua o viento,
en ese momento abandono todo,
cierro los ojos y trato de no pensarte hasta el día siguiente,
con la vaga esperanza de que al despertar
seas otra vez un simple rompecabezas,
un ave encendida,
un pericote gris,
o un cuadro azul de Chagall;
temblando de frío,
temeroso y asustado,
tu vocación de transcendencia siempre me ha abrumado:
yo, que no soy más que un mortal cualquiera,
jamás podría alcanzar concepciones divinas, mitológicas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

<3


anonima xd