¿y si ya no puedo escribir,
entonces en qué me he convertido?
yo no pido ojos,
ni boca,
ni nariz,
ni piernas,
solamente manos y delirio,
que jamás se borre tu imagen de mi mente
para seguir escribiendote versos idílicos;
¿y si ya no puedo escribir,
entonces en qué me he convertido?
cómo te digo ahora, si ya no escribo,
que mi corazón se atormenta,
que viene una tormenta,
que su furia llegará hasta mi puerta y de un soplido
borrará mi existencia.